jueves, 3 de diciembre de 2015

Varices

No hay tratamientos milagros contra las varices
El Capítulo Español de Flebología denuncia la publicidad engañosa de los mal llamados ‘tratamientos milagro’.


El Capítulo Español de Flebología ha denunciado en el marco de su XVII congreso la publicidad engañosa de los ‘tratamientos milagro’ contra las varices, ya que, según ha señalado, esta información tiene intereses claramente mercantilistas e intenta atraer a pacientes frecuentemente desilusionados por intervenciones previas en las que no obtuvieron resultados satisfactorios.

Según alertó el Dr. José Román Escudero, presidente del grupo, “a diario aparecen anuncios en distintos formatos y medios de comunicación que ofrecen la solución definitiva para las varices sin ingreso, sin dolor y sin o con mínimas cicatrices”.

En este sentido, el experto apuntó que, a pesar de que no es sencillo precisar qué posibilidad terapéutica es la más indicada, “las opciones para tratar las varices tronculares son múltiples”. Entre las mismas destacan cirugías clásicas como el stripping, la cirugía hemodinámica o CHIVA, a las más recientes como el endoláser, la radiofrecuencia o la escleroespuma.

Como concluyó el Dr. Escudero, “la existencia de tantas opciones terapéuticas se debe a que ninguna presenta resultados claramente superiores a otra y a que ninguna actúa de manera directa sobre la causa de las varices, ya que ésta es desconocida. Si existiera un método definitivo se habría impuesto e impedido que otros se mantuvieran o aparecieran”.
Las várices son dilataciones venosas que se caracterizan por la incapacidad de establecer un retorno eficaz de la sangre al corazón (Insuficiencia venosa). Las más habituales son las de los miembros inferiores.
Se producen por una alteración de las válvulas venosas, dispositivos situados dentro de la luz de la vena en forma de un doble nido de golondrina que permite el flujo unidireccional de la sangre en dirección al retorno cardíaco y, a su vez, impide el reflujo de esta a la periferia (reflujo venoso retrógrado). Las várices se forman cuando las válvulas venosas no cierran bien, entonces la sangre comienza a acumularse en las venas.

Factores de riesgo 

·         Obesidad. Unas piernas de contextura gruesa requieren mayor aporte sanguíneo por parte de las arterias, que luego tiene que ser drenado por las venas, lo que favorece la sobrecarga de estas y el fallo precoz.
·         Sedentarismo. La bomba impulsora del retorno venoso son la almohadilla plantar y los músculos de las piernas; como el sedentarismo no favorece la contracción muscular ni la puesta en funcionamiento de la almohadilla plantar, se provoca un mayor estancamiento de sangre y una mayor sobrecarga valvular, lo que facilita la aparición de más varices.
·         Trabajos prolongados de pie. Al igual que en el caso del sedentarismo, hay poco ejercicio muscular y, además, el sistema de retorno debe trabajar siempre en contra de la gravedad. Consejo: levantar las piernas y mantenerlas en alto
·         Anticonceptivos. Provocan retención de líquidos y también favorecen, de forma específica, el fallo de las válvulas de las venas reticulares. Muchas mujeres notan cómo los cambios hormonales a lo largo del ciclo cambian la morfología de sus venas y muchas de ellas tienen claro que, coincidiendo con la toma de anticonceptivos, empezaron a desarrollar telangiectasias (arañitas superficiales).
·         Antecedentes personales o familiares de varices.
·         Antecedentes personales o familiares de trombosis venosa profunda.
·         Antecedentes personales de traumatismo o cirugía de los miembros inferiores

1 comentario:

Vanessa Alle dijo...

Excelente artículo!! La información que tod@s necesitamos saber. Muchas gracias!!!